El autoconocimiento nos lleva a un viaje profundo al interior. Patrones de comportamiento heredado de nuestros padres, la familia, la sociedad y de toda la vida, que adquieren valores, creencias, miedos y apegos. Si sumamos todo esto, nos damos cuenta de lo que estamos construyendo nuestra realidad y la determinación de nuestra felicidad o infelicidad.
A menudo damos más valor a la parte exterior, el olvido, o ahogamiento, nuestra voz interior. Cuando empezamos a estar más cerca de la vida, nos damos cuenta que trae son experiencias que siempre nos ayudan a descubrir lo que realmente somos.
Para descubrir realmente lo que somos, tenemos que hacer una gran limpieza de la casa dentro de nosotros, examinar con mucho cuidado lo que nos gusta y queremos salvar, que sólo necesita quitar el polvo, que todavía nos sirve después de una buena limpieza y lo que deberíamos descartar , tirar o reemplazar.
Busca en nuestra verdad y dibujar las sombras, es un proceso muy doloroso. Cuando dejamos de preguntar "¿Por qué me merezco este o aquel acontecimiento?", Nos dimos cuenta que todas nuestras experiencias son el resultado de nuestras elecciones, tenemos toda la responsabilidad por ellos.
Como nos hemos acostumbrado a mirar dentro, en nuestros corazones, podemos realmente descubrir quiénes somos y, por lo tanto, nuestras necesidades se hacen más claras, lo que nos convierte en una persona más equilibrada y positiva, sin dejar espacio para la manipulación y debilidades.
Reconociendo los puntos negativos, pueden cambiar y construir la confianza para que no vuelvan a ocurrir, estamos en condiciones de hacer una elección más consciente y abrirnos a cambiar la forma de ver la vida.
Por lo tanto, entramos en un proceso de crecimiento interno, que de no retorno, ya que es el primer paso hacia el autoconocimiento.